La Metaficción es la otra escuela barata del Postmodernismo que tanto daño hace al hombre occidental. Se parece al Deconstruccionismo en que desmonta una obra de ficción, pero más que simplemente hacer pedazos la obra, crea una obra dentro de la obra -una serie de bucles anidados, una regresión infinita como en una galería de espejos. La voz del narrador del relato hace comentarios sobre él mismo y sobre sus comentarios... y sobre sus comentarios sobre los comentarios. Se parece mucho a la Cábala, a los blogs mutantes de la Anglogalician Cup y, a ciertas pajas mentales de los inquilinos de Charenton.
Uno de los aspectos más curiosos de la Metaficción es que teniendo rasgos mayoritarios de parodia, presenta un cierto afecto por el tema tratado. Como quien quiere a un perro pulgoso o a un tractor mal aparcado.
Nota: Para los bárbaros septentrionales, "Meta" es un prefijo griego que significa... vayan al puto diccionario. Para los sensibles que gustan de los autores consagrados del Vacuum Realism, The Anglogalician es realidad sudada desde 2007, más es ficción desde el parto de los montes de Venus.
Les dejo. Hay que plantar pinos. Atlánticos.